En el modelo atómico de Bohr, los electrones giran alrededor del núcleo en órbitas estacionarias. Estas órbitas están cuantizadas, su energía siempre permanece fija. Y el hecho más importante es que un electrón puede saltar de una órbita a otra.
La idea es comparar a una persona que sube escaleras y los electrones que ascienden a otros niveles.
Como nosotros, cuando subimos escaleras, no podemos quedarnos en medio de un escalón, los electrones solo podrán absorber o emitir energía en cantidades exactas para pasar al siguiente nivel. |